nuestros orígenes
En 1855, los hermanos José, Luis y Fortunato Magnasco llegaron de Italia y se instalaron en Argentina con un comercio de distribución de productos de granja, que fue evolucionando hasta convertirse en la S.A. Luis Magnasco y Cía. Ltda, una de las empresas lácteas más importantes del país.
Por 1940, Atilio R. Magnasco, descendiente de los fundadores, se incorporó a la empresa como gerente en la zona de Tandil, en dónde se producía manteca y queso en varias fábricas diseminadas en el partido. En 1966, Atilio, se separó de la firma e inició actividades agropecuarias en Tandil, las que incluyeron cría ovina, bovina y posteriormente producción lechera a partir de 1975.
En un entorno inflacionario y para defender el precio de la producción primaria, se decide reiniciar la producción de quesos, aspiración que nunca había abandonado, y en 1992, se comienza la construcción de la fábrica siendo inaugurada el 14 de Agosto de 1993.
Al comienzo, se elaboraron tres tipos de quesos, pero ante la demanda creciente, se fueron agregando nuevas variedades, logrando una línea muy completa de quesos, crema, ricota, dulce de leche y leche fluida.
Con el paso de los años, se unieron a la empresa sus hijos y su esposa, María Silvia Gonzalez Pagliere, conformando una empresa netamente familiar, que es continuada actualmente por su descendencia.
La permanente inversión en equipamiento y nuevas tecnologías, sumado a un grupo de colaboradores especializado, permitió imponer la marca Don Atilio como sinónimo de calidad.
Los más de 150 años de tradición quesera de la familia Magnasco son continuados por Don Atilio S.A., con la misma pasión de siempre y constante búsqueda de calidad.